Prioridades para un director de un club a la hora de planificar el año. Dentro y fuera de la pista

Introducción

Un responsable de la dirección deportiva de un club (en el caso que esta figura esté separada de las funciones de gerencia comercial, mantenimiento, etc., cosa que no siempre sucede) debe tener claro para sí, para los que lo contratan, y, al final, para sus clientes, cómo ordenar sus tareas para lo que es una temporada anual.
El poder priorizarlas, explicarlas y, sobre todo, cumplirlas, es la diferencia fundamental para seguir o no con el puesto.

Primero lo Primero

Una buena manera de comenzar la tarea de Director es tener tiempo para separar lo urgente de lo importante, y también tener un tiempo para “trabajar para trabajar”, es decir, poder programar y ordenar lo que se va a hacer en orden de importancia y posibilidad (o no) de delegación y control.
Por eso, un club ordenado es también la imagen o el reflejo de un Director ordenado. Y este, una vez ordenada su vida profesional, puede dedicarse a organizar la actividad anual del club.
Es por eso, que debe administrar su tiempo en modo tal de poder:
⦁ Organizar a los profesores del club
⦁ Planificar actividades del año
⦁ Relacionarse con los clientes

Organizar las actividades del club

Para esto habrá que decidir, en función de la estructura del club, en cuántas pistas y en qué horarios se dictarán clases, si tendrá escuela de menores, adultos, entrenamientos, o, armado de partidos.
En este sentido, será importante elegir el profesor adecuado al perfil que interesa, y tener claro que no todos pueden, o quieren, hacer todo.
El tipo de profesor dependerá del tipo de club, pero, básicamente, se necesitan:

⦁ Profesores entrenadores: Sea que se busque trabajar con alto rendimiento o solamente con niveles amateurs, este tipo de colaboradores son los que generalmente trabajan más cantidad de horas en pista.
⦁ Profesores que se destacan más en el área social: Son aquellos que se vuelcan más por la organización de partidos, torneos y eventos.
⦁ Profesores que puedan hacer las dos cosas: Generalmente más jóvenes, con menos experiencia, o en proceso de formación, y que pueden desarrollarse en ambas áreas.

Conformado el equipo se deben determinar días y horas de clases, escuelas y torneos, para así poder luego optimizar y distribuir los horarios de alquileres de pistas. Ser un director presente genera, a la vez, tranquilidad en los colaboradores, porque estos se sienten respaldados sabiendo que, ante algún problema de mayor envergadura, quien toma las decisiones está al alcance de la mano.

Planificar actividades del año

Comenzar la planificación fijando primero los grandes eventos y competencias (torneo aniversario, interclubes, etc)
Luego fijar los días de capacitación de profesores y las reuniones con el personal de secretaría.
Establecer un calendario de mantenimiento de las instalaciones.
Organizar con los profesores las escuelas de menores, adultos, y proponer un calendario de torneos más chicos, que pueden ser semanales o mensuales.
Relacionarse con los clientes

Es importante tener de primera mano la información de los clientes/socios del club, y así poder cambiar o sostener el rumbo de la planificación en base a la demanda que se ve, las tendencias, y el perfil elegido para el club. Las críticas, quejas y sugerencias, hay que verlas como ayudas para mejorar servicios y actividades ofrecidas.
También es importante intentar construir “la comunidad”, el lugar para estar, en definitiva, el “club” en su sentido original, una “asociación de gente con intereses en común” que quiera pasar momentos agradables juntos. Para ello, la tarea del director es tan importante como la enseñanza.

Conclusión

Las prioridades de un Director de un Club tienen que estar alineadas con las personas que lo contratan y con el proyecto que lleva y le han aprobado.
Sus metas tienen que ser asequibles, medibles y demostrables, no solo para poder evaluar su tarea sino también para mostrar a los socios y autoridades su evolución.
Los ejes de Enseñanza, Competencia y Vínculo Social, tienen que ser el marco para todo el trabajo de Planificación, Administración y Capacitación del personal.
Si todo esto se puede lograr, la tarea del Director tendrá sus prioridades alineadas de la manera correcta.