Jorge Sánchez Almeyra
Abogado de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, también es Master en Cs. del Estado de la UCEMA es Maestro Internacional de Ajedrez. Tenista aficionado, Vicepresidente de la Federación Santafesina de Tenis y directivo del Jockey Club de Rosario, cuna de grandes personalidades y deportistas. Tiene pasión por la gestión deportiva y experiencia para compartir
José Luis “Tata” Echegaray
Entrenador de tenis y pádel. Ex profesional de ambos deportes. Consultor deportivo en Gestión y Marketing. Lic. en Periodismo. Máster en Cs. Políticas y con estudios en USA, Brasil y Argentina en Gestión Deportiva. Columnista de diversos medios. Página web: www.proclub.com.ar. Blog “La Raqueta Subversiva” en Medium y “El 3er Lugar” Mail: joseluis@proclub.com.ar
Intro
Ser dirigente de un club no es para cualquiera…o sí?. Los hechos, lamentablemente, demuestran que lo que antes era un cargo honorífico, con el tiempo quedó, muchas veces, para dos grandes grupos de personas (con notables excepciones): los que tienen tiempo y no saben, y los que no tienen tiempo y quieren conseguir ventajas (económicas, de contactos y relaciones, o de otros tipos).
En este artículo no hablaremos de ninguno de ellos, sino de qué cosas una persona con buenas intenciones, con capacidad de sacrificio y con sentido común, debe saber antes de comprometerse para dirigir una institución deportiva si quiere tener posibilidades de lograr una buena gestión.
Taxonomía de la Gestión voluntaria
Si tuviéramos que hacer una clasificación científica de la dirigencia deportiva, esta sería una Especie dentro del Género del Voluntariado. Y a su vez, este probablemente, estaría dentro de la familia de Acciones Sociales “para los demás”, o similar.
Pero bueno, más allá de dónde se encuadre, debemos entender que todo voluntariado debe nacer de la vocación, de un sentimiento altruista y no esperar nada a cambio, salvo la satisfacción y el orgullo del deber cumplido.
En tal sentido, no todas las personas tienen las cualidades y los sentimientos necesarios para aceptar este desafío.
Entre las cualidades irremplazables habremos de encontrar, la pasión por los clubes como fenómeno único e irrepetible, y el amor incondicional a la propia institución. Veamos algunas de las reglas.
Regla N°1: No esperar nada a cambio. Ud. está en un voluntariado y, como tal, solo debe dar y servir a los demás. Esa es su recompensa. Eso como eje central y principio general. No espere reconocimientos ni agradecimientos ni mucho menos comprensión. Repito: bienvenido al voluntariado. Debe encontrar placer en ello.
Regla N°2: Ud. está en terreno desconocido en muchas ocasiones: Hay que saber aprender, escuchar y, por supuesto, elegir a los mejores para rodearse. Los clubes son mucho más complejos de lo que se supone, sobre todo si quiere manejarlo seriamente. En los clubes no solo hay cuestiones jurídicas., económicas y financieras, sino que debe manejar y entender muy bien la parte deportiva, social, de mantenimiento de la infraestructura, y un largo etcétera. Ud. no sabrá de la mayoría de las cosas. Cuando pise la dirigencia por primera vez, hay gente que está allí hace años, buena y mala, pero que sabe mucho más. Ud. está de paso. Infórmese bien, instrúyase al máximo.
Regla N°3: La posición es endeble y transitoria. Por el formato jurídico de los clubes. Los directivos de clubes no son accionistas ni dueños, no tienen cuota partes!! son transitorios, su vida es corta. Si piensa hacer cambios favorables y agregar valor a su club, o si tiene algún sueño para él, empiece ahora mismo!! No tiene mucho tiempo.
Regla N°4: Este no es su trabajo. No es con el que se gana el pan. Esto es una vocación y un voluntariado. Debe buscar un sano equilibrio entre el tiempo que le dedique al club (que por la complejidad de la vida actual no puede ser poco) y la que le dedique a su trabajo y familia para “seguir la vida”. Esto no es fácil y, muchas veces, con los dirigentes más responsables, se desbalancea en contra de los suyos, queda debidamente advertido.
Regla N°5: Disfrutará menos el club como socio. Por un tiempo tal vez haga menos deporte y haga menos vida social que antes, deberá postergarse a sí mismo. Cuando llegue al club arreciarán los problemas y las reuniones. Su deporte y gratificación deberán esperar. Si elige siempre el deporte y posterga los problemas sin atender a los socios, su vocación no es la de directivo. No tiene nada de malo. Pero no es su vocación.
Regla N°6: La relación con los empleados, gerentes, y el gremio, es fundamental. Ud. no será quien ejecute el plan estratégico ni tampoco quien ejecute la multiplicidad de tareas diseñadas por la Comisión Directiva para tener impecable al club. Quien llevará a cabo eso es el personal. Sin caer en demagogias ni populismos, ni ser condescendiente, cultive la buena relación con los empleados, gerentes y el sindicato. Averigüe de sus problemas, ayúdelos, el club son ellos. Ofrézcales siempre capacitación a cargo del club y ser mejores. Felicite siempre la tarea bien hecha aunque sea algo menor. Las personas, a veces, no solo piensan en una mejora salarial, también quieren que su trabajo sea reconocido y valorado. De nada servirán sus sueños como directivo si a la mañana los vestuarios y las canchas y pistas deportivas no están todas limpias, marcadas, y listas para brindar un gran servicio.
Regla N°7: Los socios son sus jefes. Nunca se crea dueño de nada, porque no lo es. Está solo para servir y agregar valor. Los socios somos todos “dueños” y nadie es “dueño”. Nunca actúe ni como jefe ni como “propietario”. Deje eso para su trabajo, la oficina o la empresa. Cualquier socio puede plantearle un problema, un reclamo, una exigencia y hasta diversas propuestas, cada uno con su visión. La única opción es escuchar y dar siempre alguna devolución, aceptando o no, pero siempre amable.
Regla N° 8: Si los clubes tuvieran que pagar el servicio de los voluntarios, no podrían hacerlo. Serían inviables, de allí su importancia. Por esta y otras razones, esté orgulloso de su trabajo en el club y respete y cuide a sus pares, especialmente si fue Ud. quien los convocó. Convoque siempre gente honesta y que tenga relativo éxito en su trabajo personal, no importa cuál fuere: ello no es una garantía absoluta, pero dice bastante acerca de la persona el hecho de que sea bueno o muy bueno en su propia actividad o trabajo. Descarte los oportunistas, los que hablan demasiado y no dediquen tiempo a. acciones concretas. También a los deshonestos y gente agresiva. También prescinda de los que tienen talante de jefes o se creen dueños, en los clubes cada vez hay más horizontalidad: el Presidente puede ser interpelado por cualquier socio hoy día. Y debe estar presto a brindar una respuesta! Adecuada! Opte siempre por trabajar en equipo y generar consenso, escuche ideas de su grupo antes de tomar decisiones.
Regla N°9: Respete las tradiciones de su club sin dejar de lanzarlo hacia la modernidad. El club estaba allí hace 120 años, mucho antes de que Ud. naciera. Hecho por grandes hombres. Su deber es cuidar un legado. Es muy mala idea venir con aires de “cambiar todo”. Debe mejorar los procesos. Debe resolver las cuestiones pendientes, debe mantener y mejorar las cosas buenas ya iniciadas por anteriores directivos. Mantenga siempre las mejores tradiciones del club, y enséñeselas a los más jóvenes. Sin perder de vista eso, busque siempre modernizar el club, y ponerlo a la vanguardia de los adelantos.
El club no es ajeno a la tecnología y las redes sociales y todos los fenómenos de la modernidad: esté atento a esto, prepárese, aprenda, y otra vez lo mismo: rodéese de personas que entiendan seriamente del fenómeno. Siempre busque personas que lo complementen a Ud. Que sean mejores que Ud. Recuerde que el club es complejo y debe tener gente de confianza a quien consultar. Busque el equilibrio entre la Tradición y la Modernidad.
Regla N°10: Dedique mucho tiempo a escuchar a los socios. De diferentes edades, niveles, sectores, etc. En clubes grandes es la única forma de interiorizarse del cuadro general. Cuando sea directivo de un deporte puntual, por ejemplo Tenis, recuerde: Ud. no es el directivo de la primera categoría, ni de los varones ni de las damas, ni de los menores. Es el directivo de todo el colectivo que juega y ama el tenis, en consecuencia, deberá atender y saber de cada “tribu”: están los de primera, están los recién iniciados, están los de otros deportes que se arriman al tenis, están las damas y los caballeros con sus diferentes perspectivas, están los muy veteranos y están los menores con sus padres: comprenda todo el fenómeno global y sus interacciones, no uno parcial y segmentado. Ud. es el dirigente de todo el sector. Cada uno busca algo diferente en el club y en el deporte.
Regla N°11 Muchas veces en casos leves es mejor hacer docencia que sancionar. En casos graves y dolosos estamos a favor de aplicar una sanción para ejemplificar, pero hay un sinfín de situaciones de la vida diaria de un club, en que la gente cae por falta de cultura deportiva, por ignorancia o desconocimiento de las reglas y costumbres del deporte: Ud. debe conocerlas todas y hacer docencia con ellas! De nada sirve sancionar a alguien porque no esperó que el turno anterior no terminara el game y se metió en la cancha en el medio del punto, o habla a los gritos al lado de un torneo, y así tantos casos. Ahí lo mejor es la docencia y culturalización: Ud. está allí para eso! Difunda la cultura del deporte, sus reglas y costumbres. Invite gente interesante para que dé charlas e impregne de cultura deportiva a los socios. Estarán contentos.
Regla N°12 Los clubes como los conocemos son irrepetibles. Un directivo siempre decía: “Jorge, cuidemos a los clubes, son fenómenos irrepetibles, si vos hoy querés hacer otro club como el tuyo no podrías”. Gran verdad. Grandes instituciones que prestigian Rosario y otras ciudades fueron fundados a fines del siglo XIX, principios del XX. Hoy sería imposible hacerlos de nuevo. Son como los libros incunables. De allí que hay que cuidarlos por demás. No podríamos arrancar otro club de cero. Es un patrimonio único.
Regla N°13: Esté preparado para la exposición. Lo siguiente es de manual: Recibirá críticas, en especial de aquellos que nada hacen por el prójimo. Y descubrirá a poco andar que lo que más abunda es el egoísmo, y lo podrá apreciar de parte de los socios que solo ven su problema y nada más. Ud. no se preocupe, procure resolver el problema e ignore el egoísmo. Recuerde, solo está para servir y escuchar. Si no entendió esto no siga con la idea de ser directivo de un club.
Regla N°14: El paradigma de directivo cambió. No se puede ser hoy directivo con aspiraciones de modificar algo o agregar valor, si no dispone de tiempo y de conocimiento. Ir un rato a tomar café con el encargado o el profesor o el director de la escuela y que este le “cuente” lo que sucede en un sector o en el club no es ser directivo, es solo ocupar un cargo formal. Hay que ver la situación, vivir el club, ser un socio más, ver cómo se presta el servicio, ser un usuario, mirarlo con diferentes ópticas y estudiar el fenómeno. Pedir opinión a los que más saben. Hacer análisis científicos y serios de cada cosa. Lo demás es un puro transitar.
Regla N°15: La forma jurídica define. A diferencia de una empresa que por lo general tiene un formato de sociedad comercial, S.A. o S.R.L., los clubes son, por lo general, asociaciones civiles sin fines de lucro. Ese formato define muchas cosas no solo jurídicas sino del diario vivir. Por ejemplo, las ganancias del club son de todos, no hay accionistas, y por ende deben reinvertirse en el club o, a lo sumo, guardarse como reserva para contingencias. Todos son “dueños”, por ende todos pueden opinar. El club suele ser un ámbito donde se puede decir cualquier cosa y cualquier barbaridad, y eso no tiene consecuencias negativas. Imagine una empresa donde Ud. dice públicamente una barbaridad del gerente. Seguramente al día siguiente lo espera un telegrama. El club permite a personas sin ninguna autoridad desahogarse y decir cosas sin sentido, sin prueba alguna y, sobre todo, sin consecuencias. Y también a los ignorantes opinar sin prueba ni fundamento. Es parte del juego. Acepte las cosas con calma y entienda que la verticalidad de la empresa no funciona acá.
Regla N°16: El deporte es cosa seria. En los clubes de los que hablamos, esté muy a resguardo de los “vende humo”. En un sanatorio Ud. pedirá título de médico, la residencia, especialidad rendida, cursos de actualización, y solicitará antecedentes, etc. En un colegio o universidad pedirá título de la materia, luego título docente, etc. En un club Ud. le da a veces la “llave” a personas que ostentan dudosos antecedentes. El deporte es cosa seria, no se olvide, la gente hoy día lo valora, representa algo importante en la vida de la gente y ni hablar de los niños. No deje el deporte en manos de cualquiera. Haber practicado un deporte, incluso muy bien, no garantiza nada!! Es un terreno complejo donde el directivo debe moverse y, por lo general, no está preparado para tomar decisiones. Habrá amiguismo y otros vicios que pueden llevar a tomar la decisión equivocada. Esté atento a los nuevos avances en materia deportiva.
Regla N°17: Amplíe el espectro. Los clubes no se hacen grandes y poderosos con sus amigos o algunos grupos: El poder de los clubes se mide por el volumen de los socios que tiene y por la cantidad de servicios de excelencia que está en condiciones operativas de brindar. Toda vez que escuche voces altisonantes que proclaman la restricción de un servicio, la restricción de personas o, peor aún, la restricción de los niños y jóvenes ¡dude mucho! Ese no es el camino de la grandeza! La grandeza va en sentido contrario!
Hay dos peligros que acechan los clubes: ser un club mono deporte y la falta de niños. Si ese deporte pasa de moda o cae en desgracia o bajan los adeptos, peligrará su economía. Lo mejor es el club polideportivo por un sinfín de razones. La falta de niños pululando augura un futuro negro. No solo para las arcas del club y para los vitalicios, sino para la existencia misma del club!
ReglaN°18: Ud. no está aislado! Promueva como directivo del club la vinculación y amistad con otros clubes! De todos puede aprender algo observando y hablando. Con las autoridades municipales y provinciales también promueva el dialogo y la buena relación, no olvide que está sujeto a las leyes y normas que debería conocer.
Regla N°19: El Club es parte de la Comunidad. Proponga siempre acciones solidarias y procure que los socios se involucren en la misma. La solidaridad con la comunidad debe ser un sello distintivo de su club. Que nunca el club esté ajeno o indiferente a lo que sucede en la sociedad. Estén prestos a ayudar.
Regla N°20: Una regla de oro: buscar sucesores a tiempo. Esté atento a gente más joven con perfil y vocación. Reclútelos temprano y vaya transmitiendo. No escatime su saber. Haga el pase y acompañe lo necesario. Su club se lo agradecerá.